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jueves, 4 de marzo de 2010

Igualdad animal



Hoy contaremos el caso de Campofrío. Hace unos años, lanzaba una campaña en la que se hacía humor del vegetarianismo, al mostrar una familia de vegetarianos en la cual el hijo, harto de no consumir animales, se decanta por probar jamón de la marca, ante las miradas de deseo de sus padres y hermana.

Ciertamente el consumo o no de carne supone una de las libertades de las personas, cada uno puede consumir lo que se le antoje, y las empresas a su vez tienen la posibilidad de producir alimentos de origen animal. La cuestión aparece cuando, en el caso de la publicidad, se hace uso de la burla y la difamación para desmerecer a quienes no piensen como tú. El visionado del vídeo queda a discreción de cada uno.

1 comentario:

Sideral dijo...

Me resulta curioso e interesante que nadie haya comentado nada en esta entrada. Ayyy... *suspiro*

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